Ejercicio 1: Comenta el siguiente texto
Decíase que había entrado en el Seminario para hacerse cura, con el fin de atender a los hijos de una su hermana recién viuda, de servirles de padre; que en el Semi¬nario se había distinguido por su agudeza mental y su talento y que había rechazado ofertas de brillante carrera eclesiástica porque él no quería ser sino de su Valverde de Lucerna, de su aldea perdida como un broche entre el lago y la montaña que se mira en él.
¡Y cómo quería a los suyos! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y sobre todo consolar a los amargados y atediados, y ayudar a todos a bien morir.
Me acuerdo, entre otras cosas, de que al volver de la ciudad la desgraciada hija de la tía Rabona, que se había perdido y volvió, soltera y desahuciada, trayendo un hijito consigo, Don Manuel no paró hasta que hizo que se casase con ella su antiguo novio, Perote, y reconociese como suya a la criaturita, diciéndole:
-Mira, da padre a este pobre crío que no le tiene más que en el cielo.
-¡Pero, Don Manuel, si no es mía la culpa…!
-¡Quién lo sabe, hijo, quién lo sabe…!, y, sobre todo, no se trata de culpa.
Y hoy el pobre Perote, inválido, paralítico, tiene como báculo y consuelo de su vida al hijo aquel que, contagiado de la santidad de Don Manuel, reconoció por suyo no siéndolo.
Miguel de Unamuno: San Manuel Bueno, mártir
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
2.a- Indique el tema del texto.
2.b- Resuma el texto.
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
Ejercicio 2: Comenta el siguiente texto:
¡Si yo hubiera podido, oh Cádiz, a tu vera,
hoy, junto a ti, metido en tus raíces,
hablarte como entonces,
como cuando descalzo por tus verdes orillas
iba a tu mar robándole caracoles y algas!
Bien lo merecería, yo sé que tú lo sabes,
por haberte llevado tantos años conmigo,
por haberte cantado casi todos los días,
llamando siempre Cádiz a todo lo dichoso,
lo luminoso que me aconteciera.
Siénteme cerca, escúchame
igual que si mi nombre, si todo yo tangible,
proyectado en la cal hirviente de tus muros,
sobre tus farallones hundidos o en los huecos
de tus antiguas tumbas o en las olas te hablara.
Hoy tengo muchas cosas, muchas más que decirte.
Yo sé que lo lejano,
sí, que lo más lejano, aunque se llame
Mar de Solís o Río de la Plata,
no hace que los oídos
de tu siempre dispuesto corazón no me oigan.
Por encima del mar voy de nuevo a cantarte.
Rafael Alberti, Ora marítima
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
2.a- Indique el tema del texto
2.b- Resuma el texto
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
Solución ejercicio 1:
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
Este fragmento perteneciente a la novela de Unamuno, San Manuel Bueno, mártir, presenta en su estructura externa las siguientes características: 1) está formado por siete párrafos escritos en prosa; 2) contiene una narración en primera persona, donde el personaje narrador relata unos acontecimientos tal y como recuerda haberlos vivido o presenciado; 3) tres de los siete párrafos que componen el texto, reproducen en estilo directo un fragmento de la conversación que mantiene Manuel Bueno con Perote.
En cuanto a su estructura interna, presenta la organización de las ideas propia de los textos narrativos: a saber, relato ordenado temporal o cronológicamente de una serie de acontecimientos, que en este caso concreto tiene la siguiente disposición:
a.- Situación inicial (dos primeros párrafos): Manuel Bueno en el Seminario se distingue por su talento y agudeza, pero prefiere ejercer como cura en su aldea, Valverde de Lucerna (párrafo 1); se enumeran las actividades que realiza Manuel Bueno como sacerdote.
b.- Desarrollo de la acción (párrafos 3-6): el ejemplo o caso de la hija de la tía Rabona:
b.1.- Esta mujer abandona la aldea y vuelve como madre soltera; don Manuel le busca un marido para ella o un “padre” para el niño (párrafo 3).
b.2- Se reproduce en estilo directo un fragmento de la conversación en la que el cura convence a Perote para que se case con la desgraciada mujer (párrafos 4, 5 y 6).
c.- Situación final (párrafo 7): en este caso se trata del desenlace del caso o ejemplo: en la actualidad Perote, inválido y paralítico, tiene como único sostén y apoyo al hijo que reconoció no siendo suyo.
Por otra parte, este fragmento narrativo presenta cierta disposición discursiva cercana a la empleada en algunos textos expositivos-argumentativos: Unamuno, a través de la figura del narrador expresa un razonamiento de carácter deductivo donde una idea principal o tesis es demostrada mediante uno o varios datos o ejemplos:
1.- Idea principal (tesis): la bondad y las virtudes de don Manuel en su labor como párroco de Valverde de Lucerna (párrafos 1 y 2).
2.- Ejemplo: narración del caso de Perote (desde el párrafo 3)
2.a- Indique el tema del texto.
El tema de este fragmento narrativo es la alabanza de las virtudes de don Manuel Bueno, como buen sacerdote de aldea que arregla matrimonios, busca padres para hijos de madres solteras…
El tema se plantea desde el punto de vista de un personaje que actúa como narrador-testigo de los acontecimientos relatados.
2.b- Resuma el texto.
Don Manuel, que había destacado por su talento en el Seminario, rechaza ofertas de una brillante carrera eclesiástica y prefiere ejercer en Valverde de Lucerna, su aldea. Allí se dedica por entero a “arreglar” matrimonios y familias desavenidas, y a dar consuelo a los más necesitados. El personaje que actúa de narrador recuerda el caso de Perote, quien, por la mediación de don Manuel, se casa con la hija de la tía Rabona, madre soltera, para darle un padre al niño, que a su vez es ahora el gran apoyo de la vejez de Perote.
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
(Este ejemplo que se propone sigue un esquema convencional de los textos expositivos y argumentativos)
Como es sabido, aproximadamente, Miguel de Unamuno escribió San Manuel Bueno, mártir durante el año de 1930, es decir, apenas unos meses antes de la proclamación de la Segunda República en 1931. Y en esta novela se reflejan, por igual, las preocupaciones religiosas y filosóficas de Unamuno así como el intenso debate social sobre la función social de la Iglesia en el agitado contexto histórico español de aquellos tiempos: el anticlericalismo radical y fanático de la izquierda frente al catolicismo intolerante y reaccionario de la derecha.
Unamuno nos presenta un cura de aldea que ante todo ama su labor y cuya verdadera vocación es entregarse en cuerpo y alma al servicio de sus paisanos. Así, en este fragmento, don Manuel arregla matrimonios, reconcilia padres con hijos, hermanos con hermanos, atiende espiritualmente a los enfermos y desvalidos o, por ejemplo, busca un padre que dé apellidos a un niño fruto del “pecado” de una madre soltera. De modo que el autor pretende reivindicar la tarea social y humanitaria de los sacerdotes, por encima de cuestiones políticas o ideológicas, tan candentes durante la Segunda República española, y por encima de aquello que a él le preocupaba especialmente: la creencia religiosa vivida como un drama existencial donde luchan razón y fe, la inmortalidad del alma o la existencia de la vida eterna.
Porque Miguel de Unamuno llega a la conclusión de que “ser sacerdote” es mucho más que creer, o no creer, en Dios o en la vida eterna, mucho más que pertenecer al clero o conjunto de frailes, sacerdotes, monjas, obispos… Unamuno, en esta novela, piensa que “ser sacerdote” es trabajar para los demás, solidarizarse con el prójimo, compartir los sufrimientos y tristezas, pero también los gozos y alegrías de la vida cotidiana de la gente, aunque esta sea habitante de una pequeña aldea perdida entre un valle, una montaña y un lago.
Por otra parte, resulta evidente que en la sociedad actual española han cambiado bastantes cosas con respecto al mundo narrado por Unamuno en San Manuel Bueno, mártir. En primer lugar, aunque todavía conserva un peso muy importante en la vida moral y en las costumbres, la influencia ideológica y política de la iglesia católica ha disminuido notablemente. En segundo lugar, la gente no habita en pequeños y aislados núcleos rurales, sino que vive en un mundo altamente tecnológico y con la población concentrada preferentemente en grandes ciudades.
Por esto, en esta sociedad actual española totalmente europeizada, de libertad sexual y de cultos, de costumbres mucho más abiertas, relajadas y tolerantes (divorcios, abortos, matrimonios de homosexuales, parejas de hecho, mayoría de edad a los 18 años…) resulta extraña e incomprensible la urgencia tremenda de buscar un “marido” que dé “apellidos” como Dios manda a una “madre soltera” como le ocurrió a la hija de la tía Rabona cuando se casó con Perote; pues, afortunadamente, una mujer no está obligada ahora a casarse para tener hijos o para vivir una vida emancipada y en plena actividad profesional y laboral.
Solución ejercicio 2:
1.- Señale y explique la organización de las ideas contenidas en el texto
La estructura externa de este poema de Rafael Alberti está formada por 22 versos sin rima, agrupados en cuatro estrofas desiguales (las dos primeras de cinco versos, las dos últimas de seis). Además, se observa que en las cuatro estrofas aparece una combinación libre de versos alejandrinos, endecasílabos y heptasílabos.
En cuanto a su estructura interna, presenta una disposición libre, característica de los composiciones líricas, aunque en este caso concreto se organiza en torno a la figura retórica del apóstrofe, pues el yo poético conversa con un tú poético, que en el poema es encarnado por Cádiz. A partir de este factor integrador, el poema se construye de la siguiente forma:
- a) El poeta dialoga imaginariamente con Cádiz y le pide disculpas por no estar ahora a su lado, como cuando él era un niño y caminaba descalzo por la orilla del mar (primera estrofa, cinco primeros versos). El poeta también insiste en que siempre ha llevado a Cádiz en su corazón y siempre la ha tenido presente en sus palabras (segunda estrofa, versos 6-10). Esta parte viene marcada por una oración condicional: la primera estrofa es la proposición subordinada “Si yo hubiera podido, oh Cádiz, […] hablarte como entonces”, y la segunda estrofa es la proposición principal: “Bien lo merecería, yo sé que tú lo sabes, por haberte llevado tantos años conmigo”.
- b) El poeta (tercera estrofa, versos 11-16) suplica a Cádiz que escuche lo que tiene que decirle, igual que si estuviera ahora a su lado.
- c) El poeta sabe que se encuentra en la otra orilla del Atlántico, en el Río de la Plata, pero también sabe que la distancia no va a impedir que Cádiz lo escuche, ni que él cante su tierra natal (cuarta estrofa, versos 17-22).
2.a- Indique el tema del texto
Rafael Alberti plantea el tema de la nostalgia o añoranza de la tierra natal (Cádiz en este caso concreto), desde la perspectiva del exiliado en la otra orilla del Atlántico.
2.b- Resuma el texto
Desde la costa americana del Atlántico (el Río de la Plata) el poeta Rafael Alberti dialoga con Cádiz, su patria natal en cuya orilla jugaba de niño, y le suplica que escuche su canto igual que si estuviera presente, y no en un lugar muy lejano, porque el poeta siempre lleva a Cádiz en su corazón y siempre ha cantado a su tierra como “todo lo dichoso» y todo «lo luminoso» que le ha acontecido.
3.- Realice un comentario crítico del contenido del texto
La nostalgia ha sido, desde siempre, un sentimiento que ha inspirado a multitud de poetas de todos los tiempos, lugares y lenguas. Unas veces se añoraban los años dorados de la infancia o la juventud perdidas; otras eran objetos de la nostalgia los besos o la dulce mirada de la persona amada, cuya ausencia los dejaba desolados; otras veces, también, la patria natal cuyos paisajes (tanto los de tierra adentro como los del litoral) los poetas debieron abandonar por muy variadas razones. Rafael Alberti no es ajeno a esta tradición poética y canta, desde la otra orilla del Atlántico, al lugar donde se crió, al Cádiz de su infancia. Sin embargo, en este poema hay dos elementos especiales.
En primer lugar, la nostalgia está causada por el exilio forzoso que la guerra civil española provocó en miles de compatriotas, que tuvieron que huir de la dura represión de la dictadura franquista o que, desde el extranjero, lucharon contra ella. Entre estos miles de exilados se hallaban poetas del 27 como Alberti, Cernuda y Pedro Salinas, o cineastas como Luis Buñuel, o artistas geniales como Picasso o Joan Miró, y cientos de intelectuales, historiadores, científicos y pensadores; todos ellos, desde Europa (sobre todo en Francia, pero también, incluso, en la Unión Soviética) y desde América (México, EE.UU., Argentina, Chile…) manifestaron en toda ocasión su amor a la patria y el doloroso sentimiento del regreso imposible, para muchos como Alberti, hasta que la dictadura franquista no acabara 39 años después de iniciada la guerra del 36.
En segundo lugar, este contexto histórico ayuda a comprender el sentido más profundo de este poema: Alberti recurre a la figura retórica consistente en conversar con seres reales o imaginarios que están ausentes, precisamente porque este diálogo o apóstrofe permite vencer y borrar la infranqueable barrera de la distancia y el alejamiento, al menos mientras dure esa imaginaria y ficticia conversación. Así pues, mediante los versos y las figuras poéticas, Alberti, dolido por muchos años de separación y a pesar de hallarse a miles de kilómetros de distancia, en las orillas del Río de la Plata, en Argentina, consigue un momentáneo imposible: hablar con Cádiz, con sus gentes, sus paisajes, su cielo y su luminosa bahía.
Y es que la nostalgia, desde siempre, ha sido un motivo de inspiración en la poesía porque se trata de un sentimiento universal, al igual que el amor, el llanto por la muerte de un ser querido, la alegría o la tristeza. Por todo esto, varias décadas después de haber sido escrito, el contenido de este poema conmueve a los lectores actuales. Porque todavía hay muchísimos hombres y mujeres que sienten añoranza por lo dejado atrás en sus países de origen: por ejemplo, los cientos de miles de inmigrantes (magrebíes, ecuatorianos, lituanos, rusos, rumanos…) que encontraron acogida aquí, en los muy cercanos tiempos de la prosperidad económica en que España inició este milenio; por ejemplo, también, los jóvenes españoles y españolas que, con motivo de la terrible crisis que padecemos ahora, deben irse a Alemania (como en los viejos tiempos), Francia, Gran Bretaña o incluso Australia para poder encontrar un empleo digno con la titulación académica que poseen.
Pero el siglo XXI ya no es como en 1939, cuando los exilados abandonaron España, o como en los años 50 de las maletas de cartón piedra y los bocadillos de chorizo para viajar a Alemania, Holanda o Suiza… para trabajar en lo que fuera y de cualquier cosa. Porque ahora, los poetas ya no recurren al verso ni a las metáforas para “hablar” en la distancia con la patria o con la mujer amada. No, ahora, basta con un “what’s app”, un email, un sms o, finalmente, un “me gusta” en “el muro” del Facebook.